Para explicar cómo funciona la homeostasis, revisemos los cambios que se producen para mantener la temperatura corporal. ¿Cómo sabe el cuerpo cuándo debe temblar o sudar? El cuerpo primero necesita detectar un cambio de temperatura. En el cuerpo, esta función se atribuye a un receptor, que es un tipo de sensor que monitorea el entorno y detecta cambios en las variables. Cuando las condiciones provocan un cambio en una variable, llamamos estímulos a esas condiciones. Una vez que un receptor detecta un cambio, comunica este cambio a un centro de control. Los centros de control se encuentran en todo el cuerpo, a menudo en el cerebro, y son responsables de determinar el punto de ajuste y el curso de acción adecuado para corregir las desviaciones con respecto a ese punto de ajuste. Los centros de control dictan el curso de acción comunicándose con los efectores. Un efector proporciona los medios para corregir la desviación. En cuanto a la regulación de la temperatura, el centro de control se encuentra en el hipotálamo, una pequeña región del cerebro, y los efectores incluirían los músculos esqueléticos (escalofríos), las glándulas sudoríparas (sudoración) y los vasos sanguíneos (constricción y dilatación). También es interesante que el cuerpo humano pueda cambiar un punto de ajuste para una variable en particular. Este cambio es generalmente temporal y beneficioso. Por ejemplo, el punto de ajuste de la temperatura corporal puede cambiar a un valor más alto en respuesta a una infección, lo que se denomina fiebre. Este aumento de temperatura ayuda al sistema inmunitario a eliminar el patógeno. Considera esta pregunta de pensamiento crítico: ¿el cambio de punto de ajuste observado durante una fiebre representa una respuesta de retroalimentación negativa o positiva? La respuesta es negativa, pero ¿por qué?
Un componente esencial de la homeostasis es la comunicación. La comunicación en el cuerpo se produce principalmente a través de dos sistemas: el sistema nervioso y el sistema endocrino. Independientemente del sistema utilizado, si la comunicación fluye desde el receptor hacia el centro de control, se denomina vía aferente. Si la información fluye del centro de control al efector, se denomina vía eferente. En conjunto, el receptor, la vía aferente, el centro de control, la vía eferente y el efector forman un sistema de control homeostático. Esencialmente, todos los órganos y tejidos del cuerpo forman parte de los sistemas de control homeostático y desempeñan funciones que ayudan a mantener el entorno interno del cuerpo.
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